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Primera Ponencia

Tercera Ponencia

Cuarto Ponencia

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Sexta Ponencia

Septima Ponencia

Subsidio

Clausura

Oración de Laudes

Powerpoints:

Victor Lozano I

Dr. Rainusso

Victor Lozano II

Galende II

Galende III

Comentarios o Preguntas email:

ENCUENTRO CONTINENTAL DE EDUCADORES AGUSTINIANOS

“EDUCACIÓN AGUSTINIANA Y PROYECTO PASTORAL”

TRUJILLO, PERÚ – ENERO 2010


LITURGIA TRUJILLO 2010

ORACION DE LAUDES

 

M. Oh sacramento de piedad,

T.  Oh signo de unidad, oh fuente de fraternidad.

      El que quiere vivir, tiene dónde vivir, tiene de qué vivir.

M. Oh Dios que por el misterio pascual de tu Unigénito realizaste la obra de la redención humana, concédenos que este sacramento de piedad se convierta en signo de unidad y en vinculo de caridad en nuestras vidas. Por…

 

M. Ven Espíritu Santo...

      Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

M. Envía tu Espíritu y serán creados.

T.  Y renovarás la faz de la tierra.

M. Oh Dios  que por el Espíritu Santo iluminaste la inteligencia de tus fieles con la luz de tu verdad.

      Concédenos, que este mismo Espíritu, nos dé a conocer la verdad, a gustar el bien, y llene nuestras almas de consuelo y de alegría. Por Cristo…   

       

M.  Dios mío, ven en mi auxilio.

T.   Señor, date prisa en socorrerme.

M.  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

T.   Como era en un principio, ahora y siempre…

 

DIA PRIMERO

Invitatorio:

Padre nuestro, que conoces a cada uno por su nombre. Tú nos has elegido antes de la creación para ser santos en el amor. Te ofrecemos este día, para que, en todos los acontecimientos, sepamos reconocer tu voluntad. Que nuestra alegría y entusiasmo estén en comunión contigo. Que en el trabajo y en el esfuerzo del día nos unamos al Sacrificio de tu Hijo en vistas a la resurrección y a la salvación del mundo. Concede a nuestros hermanos todos la gracia de descubrir el sentido de la vida y el papel que han de realizar aquí en la tierra. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

ANTIF. 1ª  Da de lo que tienes para que merezcas recibir lo que no tienes. (Salmo 114)

 

Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo?

 

El que procede honradamente  y practica la justicia,

el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua,  

el que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino,

el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.

 

El que no retracta lo que juró ni aún en daño propio,

el que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará.

 

Gloria al Padre...  T.  (Antífona 1ª) Da de lo que tienes…

 

ANTIF. 2ª  Bendice, alma mía, al Señor;

                   todo mi ser bendiga su santo nombre. (Salmo 103.  A dos coros)

 

Bendice, alma mía, al Señor desde el fondo de mi ser.

Bendice, alma mía, al Señor  y no olvides sus muchos beneficios.

Bendice, alma mía, al Señor  porque él ha sido grande conmigo.

Bendice, alma mía, al Señor porque ha llenado de paz mi vida.

 

El Señor te ha perdonado todas tus culpas: te ha limpiado.

El Señor te ha curado de todas tus dolencias: te ha sanado.

El Señor te ha sacado de lo profundo de la fosa: te ha liberado.

El Señor te ha puesto en pie después de la caída: te ha rescatado.

 

El Señor te corona de amor y de ternura día a día.

El Señor satura de bienes y regalos tu existencia.

El Señor te guarda como a las niñas de sus ojos.

El Señor  renueva tu juventud como el águila.

 

El Señor ha sido clemente y compasivo contigo.

El Señor ha sido tardo a la cólera y lleno de amor ante tus faltas.

El Señor no guarda rencor de tus dobleces en su presencia.

El Señor no te ha tratado como merecen tus culpas y pecados.

 

El amor del Señor, alma mía, es más alto que los cielos.

El amor del Señor, alma mía, es más grande que los mares.

El amor del Señor, alma mía, es más fuerte que las montañas.

El amor del Señor, alma mía, es más firme que nuestras rebeldías.

 

Bendice, alma mía, al Señor, por la ternura de sus manos.

Bendice, alma mía, al Señor, que es más bueno que una madre.

Bendice, alma mía, al Señor, que él sabe lo frágil que es nuestro barro.

Bendice, alma mía, al Señor, que él comprende nuestro pobre corazón.

 

Gloria al Padre...  T. – (Antífona. 2ª)  Bendice,  alma mía, al Señor

 

LECTURA: “Pónganse pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia. Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo. Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, para que el conjunto sea perfecto. Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos.” Col 3, 12ss

 

Responsorio breve.

M. A ti, Señor, llamé: tú eres mi refugio.

T.  A ti , Señor, llamé: tú eres mi refugio.

M. Y mi lote en el país de la vida.

T.  Tú eres mi refugio.

M. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo.

T.  A ti, Señor, llamé: tú eres mi refugio.

 

Canto de Zacarías (Benedictus), pág.

 

PRECES:

M. Por nuestra Iglesia, para que en su vida manifieste su dinamismo misionero

      y evangelizador según la voluntad salvífica de Dios. Oremos.

M. Por los maestros agustinos, para que a través de nuestra vida, nuestra palabra

      y nuestro ejemplo, seamos el instrumento dócil del Maestro Interior. Oremos.

M. Señor, haznos personas alegres, que podamos acompañar en el sufrimiento

      a quienes carecen de la verdadera alegría. Oremos.

M. Por la Orden Agustiniana , para que sea fiel a su carisma comunitario

      viviendo con un alma sola y un solo corazón hacia Dios. Oremos.

M. Por esta asamblea de educadores, para que iluminados por el Espíritu,

      nos esforcemos en discernir los caminos más adecuados que nos lleven, como agustinos,

      a ser signo de las exigencias del Reino en el hoy de nuestra historia.  Oremos.

 

-Padre Nuestro...

-Oración por la revitalización de la Orden en América Latina. Pág.

 

ORACIÓN: “Dios, Padre nuestro, que nos exhortas a la oración y nos concedes lo que te pedimos. Puesto que rogándote vivimos mejor y nos hacemos mejores, escúchame a mí, que voy tanteando en medio de estas tinieblas y alárgame tu diestra. Ilumíname con tu luz y reclámame de mis errores, para que, siendo Tú mi guía, vuelva a mí y me vuelva a Ti. (Soli.2,  6, 9). Entrégate a mí, Dios mío, devuélvete a mí. Mira, yo te amo. Si aún esto es poco, haz que te ame más intensamente. Señor, cumple en nosotros lo que prometiste. Lleva a feliz término lo que comenzaste. Cuida de los dones que nos diste y acrece en tu campo la sitien-te que plantaste. Señor y Dios mío, Señor y Dios nuestro, haznos felices de Ti, para que descansemos en Ti. Haznos felices de Ti, que no pasas ni pereces. Mientras te tengamos a Ti, ni te perdemos a TI, ni nos perdemos nosotros. Haznos, pues, felices de Ti”. Amén. (Serm 113, 6)

 

 

DIA SEGUNDO

Invitatorio:

-Señor, en estos momentos de oración, nuestra actitud es como la de María:

estamos atentos a tu palabra: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.

-Como Pedro, proclamamos nuestra fe en ti: -“Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”

Ponemos en Ti nuestra única esperanza:

 “Señor, ¿a quién iremos?  Solo Tú tienes palabras de vida eterna”.

-Señor, a tu lado estaremos seguros: “Jesús, te seguiremos a donde quiera que vayas”.

-Sabemos que estamos manchados, por eso te pedimos como el leproso:

 “Señor, si quieres, puedes limpiarme”.

-Y como el ciego de nacimiento acudimos a Ti para que nos libres de nuestra ceguera:

 “Señor, haz que pueda ver”.

-Eres manantial de agua viva, por eso te decimos como la Samaritana :

 “Señor, dame de esa agua aviva para que no tenga más sed”

-En medio de nuestras dificultades, como tus discípulos en la barca,

  acosados por la tormenta, también te gritamos: “Señor, sálvanos que perecemos”.

-Y deseamos, como los discípulos de Emaús, que permanezcas siempre a nuestro lado:

 “Quédate con nosotros, Señor”.

 

ANFIF. 1  Queremos fundamentar  nuestro ser y nuestro quehacer, en el llamado

a compartir la vida, la interioridad y los bienes, en perfecta comunión. (Dos coros)

 

Dos amores alzaron dos ciudades; el amor de lo bajo, la ciudad baja,

con murallas, fosos y centinelas. Allí llaman los hombres “amo” al dinero,

paz a la muerte, porvenir al desastre y a la avaricia. Subversión a los gritos de los obreros 

y pregonan la cínica ley del más fuerte como justicia. 

 

Arriba, en la montaña, cerca del sol, / el amor de lo alto levantó la brillante Ciudad de Dios.

La habitan los pacíficos, los inocentes, los que, por ser humildes, tienen la cumbre,

los del corazón lleno de mansedumbre; la buena gente que lleva el Evangelio escrito en la frente.

 

Ellos son la semilla de la belleza, / ellos son la promesa de un mundo limpio  

y la certeza de que dará su fruto tanta tristeza.

 

Delante de ti tienes las dos ciudades, / nadie vendrá a quitarte tu libertad,

pero tampoco a nadie podrás culparle del camino que sigas,

del Señor al que digas, / “quiero ser ciudadano de tu ciudad”.

 

Sé que, a veces, es duro subir al monte, / que es más fácil quedarse por las bajuras...

Pero la ciudad baja siempre es oscura, / y arriba tienes el horizonte.

Y si dejas que pase de largo el barco / que lleva hacia la tierra prometida,  

si no haces el futuro codo a codo, / pierdes tú vida, / y si pierdes la vida, lo pierdes todo.

 

Únete a los amigos de la paloma. Deja que cuiden otros de la serpiente.

El mundo está empezando. De ti depende que se haga pleno día la luz que asoma.

Coge lo más hermoso que haya en tu casa y mételo en tu mochila de vagabundo

y vente por la senda de la alegría, para que un día, como la levadura en la masa,

la hermosura de todos fermente al mundo.

 

Júntate a los pequeños, a los sencillos, / a los que dicen siempre lo verdadero,

a los puros de espíritu / que no vendieron por un poco de astucia, sus ojos limpios. 

Hallarás otros locos en la tarea, / de todos los países y de todos los colores;

esos son tu familia, esa es la Iglesia que fundó un hombre joven de Galilea,

con pescadores, para hacer de los tiempos, tiempos mejores.

 

Gloria al Padre....  -T.  –(Antífona 1ª) Queremos fundamentar…

 

ANTIF. 2ª   "Cuando oren a Dios,  con salmos e himnos

                     que sienta el corazón lo que dice la boca."  (A dos coros )

 

Jesús, no tiene manos. Tiene solo nuestras manos

para construir un mundo donde habita justicia.

 

Jesús no tiene pies. Tiene sólo nuestros pies

para poner en marcha la libertad y el amor.

 

Jesús no tiene labios. Tiene solo nuestros labios

para anunciar por el mundo la Buena Noticia de los pobres.

 

Jesús no tiene medios. Tiene solo nuestra acción

para lograr que todos lo hombres sean hermanos.

 

Jesús, nosotros somos tu Evangelio, el único Evangelio

que la gente puede leer, si nuestras vidas son obras y  palabras eficaces.

 

Jesús, danos tu musculatura moral para desarrollar nuestros talentos

y hacer bien todo lo que tenemos entre manos.

 

Gloria al Padre...   T. –(Antífona 2ª)  Vivan unánimes y concordes…

 

LECTURA: “La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón. Se refiere a la palabra de la fe que les anunciamos. Porque, si tus labios profesan  que Jesús es el Señor y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación”. (Rm 10, 8b-10).  “No reina Dios por lo que uno come o bebe, sino por la justicia, la paz y la alegría que da el Espíritu Santo; y el que sirve así a Cristo agrada a Dios, y lo aprueban los hombres, En resumen: esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida común.” (Rm 14,  17ss)

 

Responsorio breve:

M. Que busquemos, Señor, ser tus discípulos.

T.  Que busquemos, Señor, ser tus discípulos.

M. Viviendo con un alma sola y un solo corazón hacia Ti.

T.  Ser tus discípulos.

M. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

T.  Que busquemos, Señor, ser tus discípulos.

 

Cántico de Zacarías (Benedictus) pág. 

 

PRECES:

M. Señor que nos llamaste al servicio de tu Iglesia desde la escuela.

T.  Danos ser siempre fieles al espíritu de san Agustín y de nuestra Orden.

M. Tú que concediste a san  Agustín vivir sabiamente en la fe, en la esperanza

      y en la caridad de tu Iglesia,

T.  Haz que los agustinos adelantemos continuamente en el camino de las virtudes

      para gloria de Dios y salvación de los hombres.

M. El amor de san Agustín y su obra se concentró plenamente en Ti, oh Señor,

T.  Haz que todos nos convenzamos de que nos hiciste para Ti y que nuestro corazón

      nunca tendrá verdadero descanso hasta encontrarlo en Ti.

M.  Señor, san  Agustín en su Regla nos pide que tengamos un sólo corazón

      y una sola alma dirigidos hacia Ti.

T.  Haz que siempre estemos unidos en tu amor y en tu servicio.

M. Dios que concediste a san  Agustín trascender con su mirada

      un mundo que se derrumbaba y fijar su pensamiento en la verdad de lo eterno.

T.  Concédenos que las cosas pasajeras de este mundo no nos impidan

      encontrar en Ti el fundamento de la verdadera alegría.

 

T. Padre Nuestro...

T. Oración por la revitalización de la Orden en América Latina. Pág.

 

ORACIÓN: Señor, Tú que me diste el que te encontrara y el ánimo para seguir buscándote, no me abandones al cansancio ni a la desesperanza. Hazme buscarte siempre, y cada vez  con más ardor. Y dame fuerzas para adelantar en tu búsqueda. Ante Ti pongo mi fortaleza y con ella, mi debilidad. Acreciéntame la primera y cúrame la segunda. Ante Ti pongo mi ciencia y con ella mi debilidad. Allí donde me abriste, recíbeme, pues estoy llamando. Allí donde me cerraste, ábreme, pues estoy llamando. Que me acuerde de Ti, que te comprenda, que te ame. Aumenta en mí tus favores hasta que totalmente me reforme en Ti. Amén. (De Trin. 15, 28,51)

 

DIA TERCERO

 

Invitatorio: Ahora que la mañana es tan pura y que no hay nadie más que tu, dime quién eres. Dime quién eres y por qué me visitas, por qué bajas a mí que estoy tan necesitado y por qué te separas sin decirme tu nombre. Dime quién eres, tú que andas sobre la nieve; tú que, al tocar las estrellas en la noche las haces palidecer de hermosura; tú que mueves el mundo tan suavemente que parece que se me va a derramar el corazón. Dime quién eres; ilumina quién eres; dime quién soy también, y por qué la tristeza de ser hombre; dímelo ahora que alzo hacia ti mi corazón, tú que andas sobre al nieve. Dímelo ahora que tiembla todo mis ser en libertad, ahora que brota mi vida y te llamo como nunca. Sostenme en tus manos, sostenme en mi tristeza, tú que andas sobre la nieve.

 

ANTIF.  1.  Guardo tus palabras en mi corazón, ellas son en mi, camino luz y vida.

 

Bendigan  al Señor todos los seres, bendigan al Señor.

Bendíganlo, pastores de las anchas llanuras,  y ustedes los tigres del África ignorada, 

águilas que miran de frente al sol,  borrascas de la Cordillera Blanca ,

tibias lluvias cayendo en las palmeras inclinadas calor;  barcos perdidos, solos,

en las calmas remotas, espejos tranquilos de los fiords;

pinos de Roma, olivos de Córdoba, abetos en las colinas frías y transidas de olor,

arenas del Sahara, selva del Amazonas, bendigan al Señor.

 

Te bendigan, Señor, las catedrales solas  con vidrieras que nadie ha podido alcanzar;

bendígante las islas sin playas ni bahías y los delgados arrecifes de coral.

Bendígante la voz del vendedor de frutas  y  la brisa suave de la mar, 

y el pez ciego de extraños colores que se desliza en la sima abismal.

 

Alábente, Señor, las estrellas, las nubes; diga tus alabanzas el tibio olor a pan

de los hornos al alba, y las campanas  que suenan solas en la tempestad.

Digan tu gloria los acordeones  en los puertos, el humo quieto sobre el volcán,

los cometas que pasan asustando luceros;  alábente los faros, de pie en el litoral,

y los trigales y las rosaledas y los leños en el hogar.

 

Te bendigan el que ara en los campos, el que cava en las minas, el que pesca en el mar.

Bendígate la noche y el día te bendiga, que te dé gloría el gozo y te alabe el dolor;

te bendiga la niebla, el cielo limpio, el que contigo está y el pecador;

el sediento que anda buscando el manantial;  que te bendiga el odio, sin querer, y el amor.

Espacios infinitos, horas innumerables: bendigan al Señor.

 

-Gloria al Padre...  T.  –(Antífona 1ª)  Guardo tus palabras…

 

ANTIF. 2  Pon amor en las cosas, y las cosas tendrán sentido.

                   Retírales el amor y se tornarán vacías. (San Agustín)

 

Señor, Tú dijiste: Yo he venido a traer fuego a la tierra.

- Queremos arder allá donde nos mandes.

Señor, Tú dijiste: Si permanecen en mi , serán mis discípulos.

- Que solo nos mueva tu evangelio.

Señor, Tú dijiste: No he venido a traer la paz, sino la guerra.

- No nos dejes vivir tranquilos.

Señor, Tú dijiste: Entren por la puerta angosta,

que es la puerta que lleva a la Vida.

- No queremos huir del sacrificio.

Señor, Tú dijiste: Por sus frutos los conocerán.

- Queremos que nuestros frutos sean siempre buenos.

Señor, Tú dijiste: La levadura debe fermentar toda la masa.

- Queremos ser levadura nueva de amor y verdad.

Señor, Tú dijiste: El que quiera venir en pos de mi,

Niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.

- Si eL mundo nos aborrece, sabemos que antes te aborreció a ti.

Señor, el que te encuentra a Ti, encuentra la luz.

- Amigo, no permitas que andemos en las tinieblas.

 

Gloria al Padre....  T.  (Antífona 2ª)  Pon amor en las cosas…

 

LECTURA: “Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digan sea bueno, constructivo y oportuno, así harán bien a los que los oyen. No pongan triste al Espíritu Santo de Dios con que El les ha marcado para el día de la liberación final. Destierren de ustedes la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sean buenos, comprensivos, perdonándose unos a otros como Dios les perdonó en Cristo.” (Ef. 4, 29ss). “Manténganse unánimes y concordes, con un mismo amor y un mismo sentir. No obren por rivalidad ni por ostentación, déjense guiar por la humildad y consideren siempre superiores a los demás. No se encierren en sus intereses sino busquen todos el interés de los demás.” ( Flp 2, 2b-4)

 

Responsorio Breve:

M. Ayúdense a llevar mutuamente sus cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo.

T.  Ayúdense a llevar mutuamente sus cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo.

M. Sean buenos, comprensivos, perdonándose unos a otros como Dios les perdonó en Xto.

T.  Y así cumplirán la ley de Cristo.

M. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo.

T.  Ayúdense a llevar mutuamente sus cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo.

 

Canto de Zacarías (Benedictus), pág. 

 

PRECES:

M. Para que nos mantengamos dóciles al Espíritu Santo.

     Que él guíe nuestros proyectos y nuestros afanes educativos. Oremos al Señor.

M. Por todos los educadores, laicos y religiosos de nuestros colegios,

      para que seamos siempre presencia viva de Jesús en la escuela y en la vida. Oremos.

M. Para que podamos hacer desde la escuela un mundo de paz y de inclusión

      para que brille la esperanza y la sonrisa en los hombres. Oremos.

M. Para que hagamos de nuestros colegios una comunidad

      y  un proyecto en los que viva Jesucristo. Oremos.

M. Señor, escucha la voz de A. Latina, escucha la voz de nuestras comunidades educativas

      para que podamos vivir y compartir el amor que nos tienes

      bajo la protección de nuestro padre San Agustín. Oremos.

 

T. Padre Nuestro...

T. Oración por la revitalización de la Orden en América Latina. Pág.

 

ORACIÓN:.Danos tu lección de amor, Tú que te llamas amor, y no sabes más, no puedes más, no tienes más. Quítanos este corazón de piedra y danos tu corazón de carne para que amemos, y perdonemos, y levantemos, y construyamos. Por eso te decimos, Señor, ve delante de nosotros para guiarnos, ve detrás de nosotros para impulsarnos, ve debajo de nosotros para levantarnos, ve sobre nosotros para bendecirnos, ve alrededor de nosotros para protegernos, ve dentro de nosotros para que con cuerpo y alma te sirvamos para gloria de tu nombre. Amén.

 

DIA CUARTO

 

Invitatorio:  Otra vez –te conozco- me has llamado Y no es la hora, no; pero me avisas. De nuevo traen tus celestiales brisas claros mensajes al acantilado del corazón, que, sordo a tu cuidado, fortalezas de tierra eleva, en prisas de la sangre se mueve, en indecisas torres, arenas, se recrea alzado. Y tú llamas y llamas, y me hieres y te pregunto aún, Señor, qué quieres, qué alto vienes a dar a mi jornada… Perdóname si no te tengo dentro, si no sé amar nuestro mortal encuentro, si no estoy preparado a tu llegada.

Buenos días, Señor. Tu presencia es más real en nosotros que el aire que ahora nos permite respirar. Haz, Señor que sintamos cómo tu presencia nos ilumina por dentro. Que en este rato de oración dejemos que te transparentes a través de nosotros para que la fe de cada unos e fortalezca con la oración de la comunidad. Danos una fe cimentada en la Roca de Jesús. Amén. 

 

ANTIF. 1ª  La verdadera comunidad no se mide por intereses  temporales

                    ni personales, sino por el amor gratuito a Dios y al prójimo. (Dos coros)

 

Qué bueno, qué dulce habitar los hermanos juntos. Qué bueno es vivir como racimos todos.

Qué dulce es sentirse  acompañado de los hermanos.

Qué maravilloso, Señor Jesús, es vivir todos juntos en comunidad.

 

Todos unidos en comunidad, somos como una espiga madura.

Todos unidos en comunidad, somos como una colmena trabajadora.

Todos unidos en comunidad, somos piedras que sostienen la casa.

Todos unidos en comunidad, somos como granos de arena que forman una playa.

 

Tu nos quieres, Señor Jesús, miembros de una misma familia.

Nos quieres sentados alrededor de tu Palabra y de tu Pan.

Tu nos has reunidos con la fuerza de tu Espíritu de amor.

Tu eres el centro y la fuerza de nuestras vidas.

 

Tu llamaste a los doce a juntarse como amigos a tu lado

y les diste como norma el servicio y el compartir.

Les diste el reto de olvidarse cada cual de sí mismo.

Les desafiaste a ocupar el último lugar como norma en el vivir.

 

Tú nos diste una ley para vivir en comunidad y ser hermanos.

Tú ley es para corazones que saben amar sin pedir nada a cambio.

Tú nos diste el mandamiento nuevo para corazones nuevos.

Tú hiciste del amor la norma esencial de tu Reino.

 

Queremos, Señor, hacer de tu Palabra un camino para  nuestra vida; 

queremos amar tu voluntad de  todo corazón.

Queremos guardar puro nuestro camino cumpliendo tu Palabra;  

de todo corazón te andamos buscando, Señor.

 

Queremos  ser discípulos tuyos y ponernos a tu escucha cada día; 

queremos hacer de tu Palabra la norma que nos guíe, paso a paso;

encontrar en tus mandatos y preceptos nuestras delicias.

 Abre nuestros ojos, Señor, a la luz y al calor de tu  Palabra. 

 

Que bueno, qué dulce, habitar los hermanos juntos.

Qué bueno, Señor Jesús, tenerte a ti como centro de nuestra comunidad educativa.

 

Gloria al Padre...  T.. –(Antífona 1ª)  La verdadera comunidad…

 

ANTIF. 2ª    Vivan en la casa unánimes y concordes,

                     tengan un alma sola y un solo corazón orientados hacia Dios.

 

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,

que nos ha bendecido en la persona de Cristo

con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

 

El nos eligió en la persona de Cristo, /  antes de crear el mundo,

para que fuésemos consagrados / e irreprochables ante él por el amor.

 

El nos ha destinado en la persona de Cristo, / por pura iniciativa suya,

a ser sus hijos, / para que la gloria de su gracia, /

que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo,

redunde en alabanza suya.

 

Por este Hijo, por su sangre, / hemos recibido la redención, / el perdón de los pecados.

El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia / ha sido un derroche para con nosotros,

dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

 

Gloria al Padre...   T. –(Antífona 2ª)  Cuando oren a Dios…

 

LECTURA: “Hermanos: vuestra vocación es la libertad. No una libertad para que se aproveche la carne, al contrario, sean esclavos unos de otros por amor. Porque la ley se concentra en esta frase: amarás al próximo como a ti mismo”. (Gal 5 13-14) “Por eso les digo: caminen según el espíritu ay así no realizarán los deseos de la carne. Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu y los deseos del espíritu se oponen a la carne. Los dos se contraponen de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran. Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertinaje sexual, impurezas y desvergüenzas, culto de los ídolos y magia; odias, ira y violencia, celos furores, ambiciones divisiones, sectarismo y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo”. (Gal 5,19-22)  

 

Responsorio Breve:

M. Qué bueno y agradable cuando viven unidos los hermanos.

T.  Qué bueno y agradable cuando viven  unidos los hermanos.

M. Esta es la bendición que manda el Señor: la vida para siempre.

T.  Cuando viven unidos los hermanos.

M. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

T.  Qué bueno y agradable cuando viven unidos los hermanos.

 

Canto de Zacarías (Benedictus) pág.

 

PRECES: Al Padre de los cielos, que quiere la unidad de todos los hombres

                  dirijámosles nuestras súplicas.

 

M. Por el Papa y la Iglesia universal, para que se muestre abierta a construir

      caminos de solidaridad, unidad e interculturalidad entre los pueblos, Oremos al Señor.

M. Por la Orden agustiniana para que, atenta a los signos de los tiempos,

      promueva espacios de diálogo, solidaridad y justicia social en el mundo. Oremos. 

M. Por los agustinos de América Latina para que trabajemos fervientemente la unidad,

      e inclusión como signos del Reino en un continente roto por la injusticia y la división.

M. Por todos nosotros, reunidos por la fe e invitados a ser luz y sal, fermento y testimonio;

      para que asumamos que tenemos que aprender a morir como el grano de trigo

      para gozar de la resurrección y del triunfo  de Jesús. Oremos.

M. Por nuestros familiares difuntos y por los difuntos de nuestra Orden,

      para que  desde la otra orilla fortalezcan nuestra fe en la Vida Eterna. Oremos.

 

Oración por la Revitalización de la Orden en A. Latina. Pág.

 

ORACIÓN: Tu eres un Dios de vivos, no de muertos, no reinas sobre cadáveres, ni te vistes de los despojos de los caídos. Donde estás tú, florece la vida con el empuje verde de la primavera. Danos valor para afrontar la tragedia, para mirarla cara a cara, y traspasar desde ahora el muro de la muerte, llevando una vida de resucitados. Te lo pedimos por Jesús que murió y vive. - Amén.

 

DIA QUINTO

 

Invitatorio: Cada mañana sales al balcón y oteas el horizonte por ver si vuelvo. Cada mañana bajas saltando las escaleras y echas a correr por el campo cuando me adivinas a lo lejos. Cada mañana me cortas la palabra y te abalanzas sobre mí y me rodeas con un abrazo redondo el cuerpo entero. Cada mañana contratas la banda de músicos y organizas una fiesta por mí, que andaba perdido. Cada mañana me dices al oído con voz de primavera: hoy puedes empezar de cero.

 

Señor: me cuesta comenzar este día, porque sé que es una nueva tarea, un nuevo compro-miso, un nuevo esfuerzo. Pero quiero comenzarlo con entusiasmo, con alegría reestrenada, con ilusión nueva. Sé que estás a mi lado: en mi familia, en mis amigos en mis cosas, en mi propia persona. Gracias pro este nuevo amanecer, gracias por este nuevo empezar. Gracias por esta tu presencia. Quiero sembrar la paz solidaridad, amor entre mis hermanos y sé, Señor, que esta tarea la comienzan cada día muchos hermanos en cualquier punto de la tierra. Y eso me alienta y empuja. También te pido por todos ellos y con ellos te digo buenos días, mi Señor y mi amigo. Amén.

 

 ANTIF. 1  Tarde te amé, oh hermosura siempre antigua y siempre nueva.

                    Tarde te amé.  Pobre y vacío pero te amé.   (Salmo 31. A dos coros)

 

Dichoso el que está absuelto de su culpa, / a quien le han sepultado su pecado;

dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.

 

Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día,

porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; / mi savia se me había vuelto un fruto seco.

 

Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; / propuse: "confesaré al Señor mi culpa" 

y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

 

Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia;

la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará.

 

Tú eres mi refugio, me libras del peligro, / me rodeas de cantos de liberación.

Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir, / fijaré en ti mis ojos.

 

No sean irracionales como caballos y mulos, / cuyo brío hay que domar con freno y brida;

si no, no puedes acercarte.

 

Los malvados sufren muchas penas;  / el que confía en el Señor, la misericordia lo rodea.

Alégrense justos y gocen con el Señor, / aclámenlo los de corazón sincero.

 

Gloria al Padre...   T. – (Antífona 1ª)  Tarde te amé…

 

ANTIF. 2ª  Nosotros sabemos que hemos sido trasladados

                    de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.

 

Pacientemente estás aguardando a la orilla de mi vida, tú, «pescador divino».

¡No sé cuánto tiempo llevas ya: horas, días... tal vez años!

 

Has visto desilusionado cómo me acercaba al «señuelo» que me echabas, 

¡pero ni por esas!... yo no jalaba ni te hacía caso. Te ibas, no cansado,

pues tu paciencia es infinita, sino esperanzado y diciendo: «otro día será»...

 

Y ahora veo que sigues empeñado en mis idas y venidas en el agua de la vida,

porque me amas. Sé que no quieres aprovecharte de mí,  como hacen los demás,

sino que por el contrario, me das más agua, más río, más lago, más océano.

 

«Pescador de hombres», a lo divino: gracias por tus esperas ante mi vida

y que fueron para ti aburridas y monótonas: perdón por la indiferencia

en el probar del manjar que tú me dabas.

´Podría la madre olvidarse del hijo que engendró, 

pero no tú del hombre que creaste´: de mí, tu hijo,

que regeneraste un día en las aguas bautismales.

 

Gloria al Padre…  T. –(Antífona 2ª)  Nosotros sabemos…

 

ANTIF. 3ª  “Yaciendo en el lecho, miraba y leía los salmos penitenciales de David,

                   puestos en la pared, y lloraba continuamente y en abundancia.” (S. P.)

 

-          Porque eres bueno...  (Todos)  perdónanos.

-          Porque eres limpio.... (Todos) límpianos.

-          Reconocemos nuestras culpas... absuélvenos.

-          Nacimos en un clima de pecado... compadécenos.

-          Porque eres como la nieve... niévanos

-          Con tu alegría inagotable... alégranos.

-          Porque eres puro y siempre nuevo ... renuévanos.

-          A tu mirada de luz y gozo... acércanos.

-          En tu amistad gozosa.... afiánzanos.

-          De la ira y de la sangre... líbranos.

-          Nuestros labios mudos de vergüenza... ábrenos.

-          Y el corazón rendido... tómanos.

-          Somos tu viejo pueblo... únenos.

-          Tu pueblo arrepentido... perdónanos.

 

-Gloria al Padre...  T.  –(Antífona 3ª)  Yaciendo en el lecho…  

 

LECTURA: Queridos hermanos: tengan horror al mal y pasión por el bien. Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos. Con solicitud incansable y fervor de espíritu, sirvan al Señor. Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración. Consideren como propias las necesidades de los santos y practiquen generosamente la hospitalidad.  (Romanos)

 

Responsorio Breve.

M. Señor, que no nos cansemos de hacer el bien.

T.  Señor, que no nos cansemos de hacer el bien.

M. Tu que eres bondad infinita.

T.  De hacer el bien.

M. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

T.  Señor, que no nos cansemos de hacer el bien.

 

Canto de Zacarías (Benedictus), pág.

 

PRECES:

Al Padre de los cielos, que quiere la unidad de todos los hombres,

dirijámosle nuestras peticiones:

 

-Por el Papa y la Iglesia Universal para que se muestra abierta a construir

caminos de solidaridad, inclusión y unidad entre los pueblos y las personas. Oremos.

-Por la Orden agustiniana para que atenta a los signos de los tiempos

promueva espacios de diálogo., solidaridad y justicia social desde la escuela. Oremos.

-Por los agustinianos de América Latina para que trabajemos fervientemente

la espiritualidad de comunión como signo del Reino en un continente roto por la división. O.

-Por esta Asamblea, para que iluminados por el Espíritu, nos esforcemos

en discernir los caminos más adecuados que nos lleven, como agustinianos,

a ser sal, luz y fermento de tu Reino en la escuela. Oremos.

-Uniéndonos a nuestros hermanos de la Orden , presentes en el mundo entero,

y en profunda solidaridad con los pueblos donde trabajamos como operarios de su Reino,

hagamos presente al Padre común que vamos a trabajar por la inclusión

y por la fraternidad, orando como el Señor Jesús nos enseñó.   

 

T. Padre Nuestro...

T. Oración por la revitalización de América Latina. Pág.

 

ORACIÓN: Gracias, Señor, por haberte hecho humano como nosotros. Por predicar la Buena Noticia del Reino frente a tantas malas noticias como oímos todos los días. Por encender la esperanza en el corazón de los pobres, por dedicarte a sanar sus heridas en lugar de escribir libros. Por llorar ante la muerte, por tener amigos, por reír con los que ríen. Por pasar por la vida haciendo el bien. Por ser un don de Dios para todos, especialmente para los pobres y pecadores. Te agradecemos especialmente por dar tu vida por nosotros.  (Jesús, tú sí que fuiste un valiente). Y sobre todo por darnos la esperanza cierta de poder resucitar contigo cuando hayamos aprendido a morir a nosotros mismos, vale decir, amarnos los unos a los otros. ... Por eso siempre te amaremos, Jesús, alma celeste que te hiciste uno de nosotros. Por tu voz de profeta, por tus ojos profundos, por tu alma soñadora, por tu palabra sanadora, por tus manos acogedoras, por tu sangre redentora. Gracias porque a pesar de nuestra pequeñez y debilidad sigues confiando, creyendo y esperando en nosotros. Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Ven siempre con nosotros. Amén.

                                              

                                  

PETICIONES AGUSTINIANAS

 

M. Padre de amor, al comenzar este día te presentamos la vida y la acción                        

     de los agustinos en América Latina.

T.   Haz que el evangelio sea siempre nuestro modelo y nuestro ideal

M. Padre de misericordia, te pedimos por los Agustinos de América Latina.

T.     Ayúdanos a profundizar en la exigencias de un modelo de vida conforme a  

      nuestro carisma y a ponerlas en práctica.

M. Padre Santo, ilumínanos al revisar toda nuestra vida

      con humildad y sinceridad.      

T.     Para poder convertirnos y dar testimonio de tu Reino.

M. Padre bueno, danos la fortaleza para revisar las obras y servicios que realizamos...

T.     Y haz que estemos dispuestos a potenciar los que responden a nuestro proyecto ideal

       y a dejar los que no sean coherentes con él.

M. Padre Omnipotente y Eterno, ayúdanos a definir claramente un nuevo estilo          

      de presencia  agustiniana en nuestro Continente Latinoamericano.

T.     Que responda a los signos de los tiempos y lugares.

M. Padre, tú que eres el dueño de la mies y de los sembrados...

      Concédenos que nuestro estilo de presencia en América Latina entusiasme a   

      los jóvenes y es ayude a entregarse a tu servicio según el carisma agustiniano.

M. Padre que estás en el Cielo, por intercesión de la Virgen María ,                            

      Madre de la Consolación.. .

T.       Te pedimos ser como ella, cada día más fieles a tu plan de salvación Universal.

 

CANTICO DE ZACARIAS  (Lc 1,68-79)

 

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha visitado y redimido a su pueblo,

suscitándonos una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,

según lo había predicho desde antiguo

por boca de sus santos profetas.

 

Es  la salvación que nos libra de nuestros enemigos

y de la mano de todos los que nos odian;

realizando así la misericordia que tuvo con nuestro padres

recordando su Santa Alianza

y el juramento que juró / a nuestro padre Abraham.

 

Para concedernos que, libres de temor,

y arrancados de la mano de los enemigos,

le sirvamos con santidad y justicia

en su presencia todos nuestros días.

 

Y a ti, Niño, te llamarán profeta del Altísimo

porque irás delante del Señor a preparar sus caminos

anunciando a su pueblo la salvación, / el perdón de sus pecados.

 

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios

nos visitará el sol que nace de lo alto,

para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,

para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

 

Gloria al Padre...

                                                                                      

ORACION POR LA REVITALIZACION DE LA ORDEN

EN AMERICA LATINA

 

Dios, creador nuestro, que nos amas,

ayúdanos a experimentar tu amor en comunidad,

y a dar testimonio a todos de tu amor.

 

Jesús, Señor y hermano nuestro,

que viviste entre los pobres,

ayúdanos a estar atentos

a la realidad en que vivimos

a inculturarnos

y a optar por los más necesitados y postergados.

 

Espíritu Consolador,

anima nuestras comunidades

y ayúdanos en el proceso de diálogo,

reconciliación y comunión,

para poder responder con fidelidad

a lo que nos pide la Iglesia de nuestro tiempo:

una nueva evangelización desde tu Palabra

y desde nuestra espiritualidad agustiniana.

 

Santa María, Madre del buen Consejo,

Señora de América Latina,

intercede por nosotros. Amén.