Asamblea de OALA 2011 Bogota

Queridos hermanos, Bienvenidos.
Es un placer fraterno, un honor, una alegría tenerlos a todos ustedes en medio de nosotros. Podemos decir, que es un regalo de Dios el que como agustinos nos podamos encontrar para compartir nuestros ideales, apoyarnos en nuestros proyectos, visualizar las metas que nuestra Orden y nuestra Iglesia de América Latina nos proponen.
Ubicarnos en el tiempo es tener la oportunidad para dar gracias a Dios por permitirnos ser lo que somos y soñar lo que queremos de tal manera que como familia agustiniana respondamos con fidelidad al llamado que el Señor nos hace para servir a los más necesitados de nuestra sociedad material y espiritualmente, dando testimonio de unidad como respuesta al ideal que nuestro padre San Agustín nos trazó de tener una alma sola y un solo corazón orientados hacia Dios.

Es increíble pensar que hace 24 años aproximadamente nos reuníamos en la casa de San Pedro Claver aquí en Bogotá, par realizar la Asamblea de la OALA. Seguramente algunos de ustedes! Juntamente con mi persona estuvimos formando parte de este puñado de agustinos, quienes llenos de vitalidad, esperanzas y sueños cuestionábamos nuestros provincialismos y de manera un poco tímida sugeríamos crecer en la unidad, apostar por el futuro y ser agentes de cambio en nuestra sociedad agobiada por la pobreza de muchos. Hoy, nos podemos dar cuenta de cuánto hemos crecido en fraternidad, de cómo hemos evolucionado en el pensamiento de unir fuerzas para optimizar mejor los recursos que este mundo globalizado nos proporcionan.

Muchas gracias por estar aquí en Colombia, en nuestra Provincia de Nuestra Señora de Gracia, siéntanse en casa y cuenten con nosotros en todo aquello que crean que podamos en ambiente fraterno ofrecerles. Con humildad tenemos que reconocer que en estos momentos el Señor nos bendice con abundantes vocaciones y esto nos permite soñar muchos proyectos a corto, mediano y largo plazo. Nuestros compromiso para con el Señor es muy grande, por eso a él le damos las gracias y le pedimos que su santo Espíritu nos ilumine para que las cosas que hagamos puedan responder a la buena nueva del Evangelio.

Hoy, estamos aquí, con la mejor buena voluntad de sentirnos hermanos, de visualizar proyectos en los cuales nos podamos apoyar. Sabemos que estamos comprometidos con nuestra Orden desde las misiones de Cuba y de Annaba, que el Señor nos permita crecer en santidad y en número, para poder seguir soñando en lo que aspiramos ser, contando con nuestras cualidades y defectos y siendo uno en el UNO como bien lo manifestaba nuestro padre San Agustín.

Que en esta Asamblea todos podamos enriquecernos con los aportes de cada uno, teniendo en cuenta la variedad de culturas, expresiones religiosas y las diferentes maneras de pensar, sabiendo que estamos comprometidos con nuestras gentes que participan de las diferentes pastorales en el campo educativa, parroquial, misionero, formativo y medios de comunicación.

Que la Santísima Virgen en sus diferentes advocaciones nos proteja y acompañe en las duras tareas que tengamos que asumir y que nuestro padre San Agustín, modelo de pastor, padre y amigo interceda por todos y cada uno de nosotros.