Cuaderno de Trabajo No. 1:
Carta de
Introducción
I. Sentidos de la Religion:
1a: Intro. Antropológica
1b: La Religión:
Enfoque Sociológico
1c: Teodiceas
1d: Religión:
Alienación y Desalienación
1e: Secularización
y Desecularización
II. Las Nuevas Generaciones y las Instituciones
Parte 1
Parte 2
Parte 3
III. Psicopatología
en la Vida Religiosa
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Reunión de Formadores
de América Latina
SENTIDOS DE LA RELIGIÓN
(Leonardo Lucas Pereira)
2- LA RELIGIÓN: UN ENFOQUE SOCIOLÓGICO
Existen varias formas de interpretar el fenómeno religioso
y la religión, distintas percepciones de la religión,
enfoques macro, o micro. Las corrientes más diversas
"construyen socialmente" las realidades religiosas:
Positivismo, fenomenología, funcionalismo, dialéctica,
sistemismo, estructuralismo. En la actualidad, uno de los autores
más fecundos en el área de la sociología
de la religión es, sin duda, P. L. Berger que presenta,
en su vasta obra, algunos elementos de una teoría de
la religión en su clásico: El Dosel Sagrado. En
esta obra, el autor pretende desarrollar una sociología
del conocimiento en el campo religioso, a partir de la "Construcción
Social de la Realidad", conjuntamente con Thomas Luckmann
y A. Schutz de la fenomenología. El autor articula con
osadía pensamientos contradictorios de pensadores tan
dispares como los clásicos de la Sociología: Marx,
Durkheim y Weber.
El propio Berger no sabe si estos autores están de acuerdo
con la teoría que él elaboró basándose
en ellos.
Berger empieza su obra reflexionando sobre el papel de la religión
en la construcción del mundo humano. El presupuesto básico
en la metodología sociológica es que todo lo que
no sea naturaleza es construcción colectiva de los hombres.
El hombre, ante su fragilidad, necesita construir una cultura
y una sociedad como soporte de su existencia precaria, autoproduciéndose.
La dialéctica social fundamental se compone de tres momentos:
La exteriorización - el hombre como sujeto, creador de
sí mismo y del mundo sociocultural; la objetivación,
cuando este mundo originalmente creado se establece como algo
objetivo, diferente de su creador; la interiorización
- proceso a través del cual los hombres interiorizan
- siempre dialécticamente y no mecánicamente -
las exteriorizaciones objetivadas en un proceso de retroalimentación
constante, dinámico. En esta actividad de autoconstrucción
y de construcción del mundo, aparece un concepto clave,
que deriva de Durkheim: Nomos, o inversión del concepto
de anomía.
Para superar el caos, salir de la anomía, falta de normas,
de leyes y, principalmente, falta de sentido de la vida, los
hombres, en el principal momento exteriorizante, producen el
cosmos, nomos, o más concretamente, en la pluralidad
de la existencia concreta, los cosmoi, los nomoi, en plural.
Estos nomoi representan el orden sociocultural significativo
para que la vida no se desvanezca en un vacío incomprensible,
carente de significado. Aquí entendemos un poco de la
Sociología del Conocimiento de Berger, ya que este nomos
tiene un doble aspecto: primero es un conocimiento de la realidad:
especifica lo que el hombre es, el mundo sociocultural y la
naturaleza; y en segundo lugar establece lo que debe ser esta
realidad construida socialmente. O sea, tenemos la dimensión
cognoscitiva y normativa. Finalmente, en este primer capítulo,
el autor introduce el concepto de religión nuevamente
recorriendo a Durkheim, con la distinción clásica
entre lo sagrado y lo profano. La religión como la nomización
sagrada de la "realidad", en oposición con
la nomización profana.
Y así aparece el concepto que da título al libro:
EL Dosel Sagrado.
Después del hombre haber creado con su razón todos
los nomoi profanos posibles, descubre que todo eso lleva la
marca de su fragilidad original, de su imperfección,
de su impotencia. Así, proyecta un fundamento último,
definitivo, perfecto, absoluto para sustentar la construcción
precaria del ser humano, proponiendo un mundo sagrado, un dosel,
un manto sagrado para poder tener seguridad y vivir en paz,
superando el caos.
Pero, para que el hombre pueda creer en ese Manto Sagrado, en
ese fundamento absoluto, necesita ignorar que fue él
mismo que lo creó. Existe una inversión, según
Althusser en su obra Ideologia e Aparelhos ideológicos
do Estado: el creador, el sujeto humano, el exteriorizador original,
pasa a ser objeto y objeto (Dios Sagrado) pasa a ser el sujeto.
El autor no explícita si este origen de la religión
viene a través de una intervención de un profeta
carismático (Weber), si tiene su origen en momentos de
efervescencia social (Durkheim), si proviene del miedo a la
naturaleza, o del deseo de amparo, de consuelo (Freud), si es
una protesta contra la angustia real de la vida (Marx); si proviene
de una manifestación, una revelación de un Totalmente
Otro, que de hecho existiría en sí mismo, independiente
de la creación humana (Otto). Según las tendencias
teóricas se puede elegir libremente.
Pero no basta construir un mundo y calcarlo con un fundamento
último, o protegerlo con un dosel sagrado. Es necesario
reproducir el mundo sociocultural. Existen tres mecanismos básicos
de reproducción de la Formación Social, de la
sociedad concreta. En primer lugar: la socialización
bien hecha, principalmente en los mundos tradicionales ya es
algo significativo. Lamentablemente muchas personas ni siquiera
imaginan que las cosas podrían ser de otro modo. En segundo
lugar, para los recalcitrantes y los que amenazan la reproducción
sociocultural, tenemos el control social con sus varios mecanismos:
violencia física, presión económica, poder
del conocimiento, del saber, afirmaciones fraudulentas, difamación,
burlas, ostracismo, ridículo, convenciones sociales,
costumbres, moralidad y el poderoso mecanismo de las relaciones,
de los círculos íntimos como las amistades y las
familias, las presiones religiosas. Berger desarrolla toda esta
temática en su libro Perspectivas sociológicas.
Por último, el tercer proceso de reproducción
social es la legitimación: un "saber" - que
puede ser una mentira piadosa de la Ideología - que explica,
como las cosas son y justifica, como las cosas deben ser.
El autor presenta la legitimación primaria y secundaria.
En la primaria, el mundo se considera como una obviedad: "Está
claro que es así..." En la legitimación secundaria
pasamos por varias fases desde la preteórica, a la incipientemente
teórica, pasando por la teórica (las varias ciencias:
psicología, sociología), llegando por último.
a la sofísticamente teórica, que es la filosofía
con pretensión de presentar en la epistemología
los fundamentos de las posibilidades de conocer.
Pero todo esto no basta y adviene el momento de la legitimación
religiosa de la realidad: el deseo natural del hombre y de la
mujer de unirse, de recibir de la sociedad, la institución
del casamiento y no satisfecho con esto, el hombre sacraliza
esta unión: "Lo que Dios unió, que no lo
separe el hombre". Aquí tenemos un ejemplo maravilloso
de legitimación religiosa. Las instituciones socioculturales
y los papeles sociales reciben un último refuerzo de
cuño sagrado, con todo lo que eso tiene de bueno y de
malo, según podemos observar en la historia de la humanidad:
votos perpetuos que hacen florecer vidas amorosas, dadivosas;
tiranías, perpetuadas en sus perversidades y extravagancias.
Y para que no nos olvidemos nunca de como son las cosas, ni
de como deben ser, hacemos ritos, memorias que no dejan que
las sociedades pierdan sus identidades, siempre amenazadas por
las novedades que aparecen. "Haced esto en memoria mía".
Las religiones en el mundo tradicional legitimaron las realidades
socioculturales y naturales y al mismo tiempo se legitimaron
como casi monopolio en una sociedad homogénea. En la
sociedad, todos los conceptos económicos, políticos
y culturales, se apoyan en una sola religión. Se puede
observar, por ejemplo, el catolicismo en Brasil durante el siglo
XVIII, aquí tenemos religión por tradición.
Otra realidad muy distinta es cuando existe pluralismo religioso.
En este caso, varios grupos sociales apoyan diversas religiones.
Debemos dar la "razón de nuestra Fe" y escoger
entre las distintas propuestas. Religión, Fe de opción
personal...
Por último, en este capítulo, el autor revela
la dificultad de legitimar las situaciones límites, marginales:
el mal, las enfermedades, el sufrimiento, las desilusiones amorosas,
las bancarrotas financieras y principalmente la muerte. Para
tratar de estas cuestiones surgen las teodiceas.
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