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Discurso Inaugural del Prior General

Homilia de Clausura



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Probablemente el evento más significativo del Capítulo General Intermedio fue la visita a la sede de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Desde hace un año la orden finalizó los tramites de hacerse un ONG (organización no-gubernamental) frente a la ONU. Esta iniciativa tenía sus raíces en el IV Simposio de la Lectura de San Agustín desde América Latina que se realizó en Brasil. Una de las recomendaciones de los participantes fue precisamente que la Orden se mete más en el tema de la justicia y la paz a través de una presencia en la ONU. Dicha recomendación fue presentada a la XIII Asamblea de la OALA en Panamá y fue presentado en nombre de las circunscripciones de América Latina al Capítulo General Ordinario del año 1995. A la luz de esta petición el Consejo General decidió comenzar el tramite de pedir una presencia en la ONU, lo que se logró dos años después.

Por tratar de un nuevo compromiso en nuestra Orden, la gran mayoría de los superiores mayores presentes en el Capítulo General Intermedio no sabían exactamente el papel de la Orden en la ONU, por lo cual la visita fue a la vez agradable y muy informativa. Caminar por los corredores de uno de los símbolos más importantes que tenemos de la igualdad de todos los pueblos, de la búsqueda de la paz, y el establecimiento de una orden mundial más justa con el desarrollo para todos, nos impactó mucho. En cada esquina, sobre cada pared, está una diversidad de regalos de diferentes países con un solo tema: la paz y la dignidad humana. Promover estos mismos valores desde la perspectiva del evangelio de Jesucristo y la herencia espiritual de San Agustín es la misión fundamental de la Orden en su papel como ONG.

Aula de la Asamblea General

Capítulares en la aula de la Asamblea General de la Naciones Unidas

Precisamente, nosotros participamos en diferentes reuniones de los comités de la ONU con el fin de ofrecer una voz que basa su perspectiva no sobre la búsqueda egotista del bienestar de cada nación, sino sobre el valor evangélico que presenta la perspectiva y la voz de los pobres, los privilegiados del Reino. Nuestra perspectiva es diferente porque se basa sobre el evangelio y la perspectiva de San Agustín. Como Orden nosotros enfocamos sobre tres áreas en particular (es un requisito que cada ONG definen sus tres áreas de interés). Ellas, identificados por el Consejo General de la Orden, están basadas en la espiritualidad agustina y nuestras tradiciones como Orden y son: los derechos humanos (por la importancia que Agustín pone sobre la dignidad humana), la educación (por nuestra significativa presencia en esta área en cada parte del mundo), y el desarrollo social.

Al entrar a la ONU estabamos en lo que se considera territorio internacional y no parte de los EEUU. Fuimos divididos en grupos por idioma y recibimos un tour de la ONU visitando lugares conocidos por haberlos visto en la televisión, como la sala del Consejo de Seguridad y la Asamblea General, y otros lugares no bien conocidos. Tuvimos el privilegio de poder unirnos todos para una foto del grupo en el lugar de la presidencia de la Asamblea General. Muchos hermanos tomaron la oportunidad para sentarse en el lugar de su respectiva país para una foto también. Después del almuerzo nos reunimos en una de las aulas para recibir dos presentaciones. Las presentaciones fueron preparadas por los tres representantes de la Orden en la ONU, los padres John Szura (Chicago), Richard Appicci (Villanova) y un laico, Joseph Bradley. Invitados para explicarnos el papel que la Iglesia tiene en la ONU fue la Hermana Dorothy Farley, OP, quien es la directora de la organización que une todas las organizaciones católicas que participan como ONGs. Ella nos explicó acerca del importante papel que tiene la voz católica frente la ONU y como las organizaciones católicas pueden compartir información importante en sus propios países acerca de los programas que promuevan los fines de la ONU (es decir, la paz fundada en una orden mundial justa y el desarrollo socio-económico de los pueblos). Respondiendo a esta responsabilidad, la OALA tiene un apartado de su página web que se enfoca sobre programas de la ONU que promueva dichas fines, fechas internacionales para recordar o celebrar en nuestros apostolados, etc. También la revista de la OALA trata de poner información en cada edición acerca de nuestro papel como ONG en las Naciones Unidas.

La segunda conferencia fue dada por el Rev. Jim Reinert , miembro de la delegación de la Santa Sede frente a la ONU. La Santa Sede tiene una clasificación de "Estado observador" en las Naciones Unidas (status que tiene también Suiza y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).) Como tal, no sólo participan en reuniones de los comités (como hacen los ONGs), sino participa en la Asamblea Plenario de la ONU. El Padre Reinert, subrayó la importancia de promover los valores evangélicos entre los países estados de la ONU y mencionó que en varias ocasiones esta perspectiva ha tenido influencia en promover mayor respeto por el ser humano en las diferentes conferencias de la ONU. Ciertamente, la perspectiva del evangelio, explicado por los Papas en sus encíclicas sociales, contraste con muchas de las posiciones de los estados miembros, incluso de países supuestamente cristianos, y muchas veces no logran ser incluidos en las resoluciones aprobados de la ONU. Pero el éxito no es la motivación principal que nos anima en participar, sino la convicción que el evangelio de Jesucristo nos llama a anunciar la buena nueva fielmente con todas sus consecuencias.

Al terminar las dos presentaciones, todos salimos de la ONU para tomar el último foto frente a la columna de las diferentes banderas nacionales que están puestas todas igual, en orden alfabético, en la calle frente del edificio principal. Símbolo de la unidad y igualdad que debe reinar en los países del mundo. Dos autobuses nos llevaron por dos horas por las calles de Nueva York para poder conocer unos de sus edificios más famosos. Luego, después de una cena, salimos de la ciudad en un "ferry" que en la noche ofreció una panorama espectacular de la ciudad todo iluminado por la noche.

Fué una visita muy especial por su impacto sobre todos nosotros y por la ilusión que nos permite ver nuestro papel como agustinos, comprometidos en ser constructores de una civilización del amor en el lugar que une todos los pueblos del mundo. En particular las tres áreas identificados arriba, nos llama a promover el proceso de concientización en nuestros apostolados que marca este año el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promover el Jubileo 2000 que plantea la necesidad de reducir la deuda externa, e involucrar a nuestros colegios en el programa de la Cultura de Paz.