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Contenidos:

martes 12:

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Fotos día martes

La Orden en América Latina (Prior General)

Evaluación del Proyecto Hipona

Luces y Sombras del Proyecto

Oraciones sobre Luces y Sombras
Región Sur

 

Lunes 11

Martes 12

Miércoles 13

Jueves 14

Viernes 15

 

Logotipos de los Encuentros


 

 

 
Situación de la Orden en América Latina (luces y sombras) al terminar el Proyecto Hipona
Ponencia del Prior General

Encuentro del Proyecto Hipona
Buenos Aires 2007
Caminando Unidos para que Nuestros Pueblos
Tengan Vida en Cristo


Introducción
Queridos hermanos:
Quiero comenzar hoy mi intervención saludando de nuevo a todos Ustedes muy fraternalmente y con mucha alegría. Es para mí una gran satisfacción presidir esta Asamblea, que les invito a vivir en un ambiente de fiesta, alegría y celebración:
• Vale la pena alegrarnos ante de nada por nuestro encuentro fraterno aquí,
• Vale la pena celebrar el largo camino del Proyecto Hipona, agradeciendo al Señor lo que ha hecho en nosotros y por medio de nosotros durante estos años.
• Estamos contentos por la celebración del acontecimiento eclesial de La Aparecida, que sin duda dará frutos abundantes para la Iglesia Latinoamericana, como ocurrió con las anteriores Conferencias Generales del Episcopado,
• Y debemos alegrarnos, celebrar y estar especialmente contentos por las experiencias de comunión y fraternidad vividas durante los últimos 14 años, y más recientemente, durante el Jubileo Agustiniano.
- La Conferencia de Aparecida
Conocoto (septiembre de 1993) se celebró un año después de la Conferencia de Santo Domingo; esta Asamblea tiene lugar inmediatamente después de la Conferencia de La Aparecida. Por supuesto, esto no se debe a una simple coincidencia, sino que es un signo de comunión eclesial y expresa nuestro deseo (tan agustiniano) de caminar con la Iglesia...
- La Iglesia Latinoamericana ha querido subrayar ya desde el título de la Conferencia de Aparecida tres temas básicos: el seguimiento de Jesús (discípulos) que es “camino, verdad y vida”; la misión (misioneros); y el servicio (para que nuestros pueblos tengan vida en Él)
- El Papa, en su discurso de apertura, señaló las pautas fundamentales : respeto a las culturas y a la religiosidad popular; lectura de la realidad desde la fe; centralidad de Jesucristo y comunión con y en la Iglesia; fortalecimiento de la acción evangelizadora y pastoral (palabra de Dios, catequesis, liturgia, doctrina social de la Iglesia, medios de comunicación social); atención a los pobres, que son víctimas de las injusticias sociales y políticas. Y señaló algunas prioridades: la eucaristía dominical como centro de la vida cristiana, el compromiso en la lucha contra las estructuras injustas, la familia, la comunión y el testimonio de los diversos miembros del pueblo de Dios (sacerdotes, religiosos/as, laicos), la pastoral juvenil y pastoral vocacional.
- Nosotros, Agustinos, queremos vivir todo eso desde nuestro carisma de comunión (caminando unidos), respondiendo así al llamado de la Iglesia con la misma generosa disponibilidad con que lo hicieron nuestros hermanos al momento de la “Gran unión” ( constituyéndose en “mendicantes”) y de la primera evangelización de América (desde nuestra llegada a México, 1533).
La Encuesta
Quiero ofrecer algunos datos generales y un comentario personal sobre los resultados de la encuesta. Lo hago desde una perspectiva global, recordando a la vez que tuve el privilegio de trabajar durante varios años en América Latina, incluso durante los primeros años del desarrollo del Proyecto Hipona. En estas reflexiones, creo que sea interesante, desde mi perspectiva, destacar algunos datos más significativos.
En el mes de agosto de 1993, la Curia General Agustiniana presentó el estudio Los Agustinos en América Latina: resultados de la encuesta sobre la presencia de los Agustinos en Latinoamérica. A través del mismo, la Orden exploró, de manera descriptiva, la situación de los Agustinos que desarrollaban su labor en Latinoamérica en aquella fecha. Trece años después, el Consejo General decidió repetir este estudio, con el doble objetivo de:
1. Evaluar la situación de la Orden en los inicios de éste nuevo siglo,
2. Comparar algunos de los resultados obtenidos en el año de 1993 con los alcanzados en el 2,007, con el fin de evaluar de manera objetiva la evolución que ha tenido la Orden en Latinoamérica, en un lapso de aproximadamente 13 años.

La investigación del año 2,007 utiliza el mismo cuestionario que se aplicó en el año de 1993, casi en su totalidad, salvo algunos reactivos que fueron eliminados por no ser pertinentes al estudio actual. Sin embargo, como el mismo estudio nos indica, hay que tomar en cuenta que el hecho de que la información provenga de un mismo instrumento, no hace replicable el estudio; lo hace comparable en algunos aspectos.
La muestra está constituida por un total de 459 Agustinos que ejercen su ministerio en América Latina. Este número representa aproximadamente 65% de los agustinos que actualmente viven en América Latina. La primera vez que se realizó, en 1993, respondieron 576, representando un 73% de los agustinos en el Continente. El mismo hecho de la diferencia en participación podría merecer algún comentario, como también la participación o no según las varias circunscripciones. Sin hablar de todos los elementos, creo que podamos afirmar:
1. Hay diferencias en el valor de las dos encuestas, debidas a la menor participación esta segunda vez, pero los dos estudios han tenido participación suficiente para dar importancia y valor (aunque sea relativo) a los resultados.
2. Se podría preguntar si la reducción en el número de participantes fuera significativa en si misma. Puede ser, como una indicación de la pérdida de entusiasmo o compromiso con el Proyecto Hipona. Al mismo tiempo, hay que tomar en cuenta otros factores, que ciertamente indican que, en la mayoría de las circunscripciones, ha habido un compromiso serio para cumplir los requisitos o los pasos indicados en la metodología del Proyecto.
3. Es importante recordar un aspecto de la coyuntura histórica del inicio y la conclusión del Proyecto Hipona. La primera encuesta, realizada en 1993, viene inmediatamente después de la celebración o conmemoración de los 500 años de la Evangelización de América Latina y Caribe, o de la colonialización de América. Según los varios puntos de vista, fue para unos un momento de celebración, o, para otros, una ocasión en la que se debía pedir perdón y buscar reconciliación. La discusión generó mucho debate y una variedad de opiniones y juicios. Entonces, al leer hoy el primer estudio, y específicamente la pregunta sobre “el papel de la Iglesia en la Historia de América Latina”, no sorprenden las respuestas. En 1993, sólo el 19.4% de los que respondieron dijeron que la Iglesia ha desempeñado un “verdadero servicio al pueblo de Dios”. En el nuevo estudio, ese porcentaje ha aumentado a 31.6%. (La segunda opción de las respuestas sugeridas agrega otro aspecto: “un servicio al Pueblo de Dios que necesariamente se ha resentido de los problemas políticos, sociales y económicos locales”. Esta opción vio una disminución, desde 57.6% a 48.6%.) Entonces, en los dos casos, la gran mayoría de los agustinos reconocen que la Iglesia ofrece un auténtico servicio al pueblo de Dios - pero la cuestión de sus relaciones con la política, la sociedad y la economía no tiene el mismo impacto hoy. Este mismo hecho merecería su propio análisis, pero va más allá de estas reflexiones. (Se podría hacer un comentario sobre las palabras del Papa en Aparecida, cuando dijo: “En efecto, el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña.” Hace 14 años, estas palabras habrían causado todavía una protesta y un debate mucho mayores que la reacción que han originado este año.)
Otro punto que quiero comentar es la relación de la Orden con la Iglesia local. En las respuestas disponibles, se podía indicar una relación positiva, escogiendo entre “de perfecta integración y colaboración” y “de discreta integración y colaboración”. La suma de las dos respuestas aumentó desde 1993 (86.6%) a 2007 (92.1%). Hoy, la necesidad de promover una pastoral de conjunto, y de reconocer nuestra presencia y servicio en la Iglesia, no como “contestación” sino desde la óptica de “colaboración” parece más clara y aceptada.
El tema de “los pobres” en América Latina y de la “opción preferencial de los pobres” sigue siendo importante; quizás menos en la cuestión de aceptar o no la existencia de esta opción, pero sí en cuanto a su significado y la interpretación que habría que darla. Las dos respuestas de mayor resonancia en la encuesta indican la disparidad de opiniones, con una ligera diferencia entre los resultados de 1993 y 2007.
Más cerca a la realidad inmediata de nuestra vida es la cuestión sobre la actividad de la OALA. En este caso, hay una diferencia notable, de mayor aprecio o reconocimiento del papel de la OALA en la vida de los agustinos y de las circunscripciones. (Uniendo las dos primeras opciones, de 27.2% en 1993 a 45.3% en 2007.) Y los que creen que “influye sólo escasamente” ha bajado de 50.2% a 39.4%.
Una palabra sobre algunos aspectos concretos de nuestra vida, y los cambios indicados en las dos encuestas:
La celebración del capítulo local ha aumentado de 50% a 61.2%.
La “verdadera y plena comunión de bienes” ha bajado de 46.9% a 45.1% (no sé si la diferencia es estadísticamente válida, pero nos podremos preguntar sobre un aumento de individualismo que comienza a penetrar nuestras comunidades).
La solidaridad con los pobres ha aumentado ligeramente, como expresión de toda la comunidad.
A la oración en común, evaluada en el contexto de la programación, hoy se le da mayor prioridad, viendo un aumento de 45.5% a 54.2%. Y entre las dos opciones de “prioritario”, e “importante pero no prioritario”, llega a un 93.9% (en comparación con el 84.2% de hace 14 años).
La celebración de encuentros destinados a profundizar en la renovación espiritual y la oración también han aumentado de 67.7% a 74.7%.
La presencia de programas de formación permanente ha crecido mucho, con más oportunidades en las comunidades y circunscripciones en el continente: de 28.3% a 71.4%.
Ha mejorado el clima (acogida) en las comunidades, pero aún falta dar más testimonio vivencial (tabla 51).
Un punto de cierta preocupación: cuando la encuesta pregunta sobre “las sombras” de la Orden en América Latina, la categoría que sobresale en los resultados de 2007 es “problemas internos de la Orden”, con un 49.9% (en comparación con sólo 14% en 1993). Si algunos aspectos han mejorado, podría ser que aún nos falte mucho para llegar a ofrecer un testimonio eficaz, desde nuestro carisma, a la Iglesia y al mundo de América Latina. Hablaré más de las luces y sombras en la siguiente parte de esta presentación.
En cuanto a estos últimos puntos, diré que nos ayudan a reflexionar sobre la identidad agustiniana, y la dimensión específica de nuestra vida consagrada, que es (o debería ser) en si misma una contribución a la vida de la Iglesia. De nuevo, las palabras de Benedicto XVI nos invitan a reconocer la naturaleza de nuestra vida religiosa agustiniana, que ofrece algo importante a la vida eclesial: “La sociedad latinoamericana y caribeña necesita vuestro testimonio: en un mundo que muchas veces busca ante todo el bienestar, la riqueza y el placer como objetivo de la vida, y que exalta la libertad prescindiendo de la verdad sobre el hombre creado por Dios, vosotros sois testigos de que hay una manera diferente de vivir con sentido; recordad a vuestros hermanos y hermanas que el reino de Dios ya ha llegado...” Entonces, la importancia de la oración, la vida en común, los días de reflexión, los capítulos locales, el trabajo en conjunto, etc., y la continua renovación de toda nuestra vida pueden ofrecer un servicio grande a la Iglesia.
PISTAS ORIENTADORAS PARA CONTINUAR HOY
LA RENOVACIÓN DE LA ORDEN EN AMÉRICA LATINA
Es bueno analizar el pasado y conocer el presente, pero sobre todo es necesario seguir caminado juntos de cara al futuro. Quiero por eso terminar ofreciendo algunas pistas orientadoras para continuar hoy la renovación de la Orden e América Latina. Lo haré señalando algunos puntos que me parecen importantes, con sus luces y sombras, con la esperanza de suscitar en la Asamblea la reflexión y el diálogo fraterno sobre ellos.
1. ESPIRITUALIDAD
Luces: - Es y debe ser siempre el aspecto básico de la auténtica renovación.
- Me parece muy importante y esperanzador, por eso, la creciente preocupación manifestada durante estos años por conocer la identidad de nuestro carisma y por intenetar responder desde él a la situación de América Latina.
- Una preocupación que no se ha quedado en la teoría, sino que ha ido acompañada en la mayoría de los casos por una búsqueda sincera de medios concretos para crecer en la experiencia de fe: ejercicios, retiros, materiales, etc.
Sombras: - Sin embargo, es preciso reconocer que también se han dado, por parte de personas, comunidades e incluso a veces de circunscripciones, situaciones negativas de resistencia a la conversión; buscando disculpas de todo tipo (personas, metodología, ideas...) para no cambiar, en vez de enfrentarse a la rutina y el miedo al cambio
- La falta en ocasiones de programación/evaluación serias ha dificultado también la revitalización de nuestra vida –sobre todo- y de nuestra acción pastoral.

2. COMUNIDAD
Luces: - La sensibilización hacia la importancia de la comunión de vida ha sido sin duda uno de los aspectos más positivos del proceso vivido durante estos años.
- Su repercusión positiva en la práctica se ha manifestado de diversas formas: esfuerzo por formar comunidades constituidas por al menos tres hermanos, potenciación del capítulo local, mayor participación en la oración comunitaria.
Sombras: - Pero, recordando siempre nuestro carisma, sigue siendo un motivo de preocupación las ambigüedades existentes en relación con la práctica de la pobreza y la COMUNIÓN DE BIENES
- Todavía tenemos que ser más coherentes ante el desafío de la situación de pobreza e injusticia, para que sea real nuestra opción preferencial por los pobres.
- En la práctica, pareciera que no nos damos cuenta de lo que significa vivir la pobreza agustiniana, con su exigencia de compartir los bienes materiales entre nosotros y con los más necesitados.
- Causa mucho daño la presencia de individualismo con sus diversas manifestaciones, entre ellas los problemas y abusos en el manejo de los bienes comunes.
- Y no faltan casos de poca seriedad en la administración (centralizada) del dinero.
3. MISIÓN
Luces: - Es positiva la apertura incipiente a nuevos campos de misión (Voluntarios latinoamericanos para Cuba, Annaba),
- así como la mayor colaboración entre circunscripciones, que podría todavía potenciar más esta dimensión misionera y otroa aspectos de nuestra vida.
Sombras: - Porque a pesar del mayor porcentaje de latinoamericanos, en las circunscripciones de América Latina y a nivel de toda la Orden, estos no asumen todavía de forma significativa responsabilidades fuera de la propia circunscripción
- La fragmentación y los nacionalismos/provincialismos dificultan la necesaria colaboración,
- Mientras que la rutina y la falta de creatividad impide emprender nuevas obras y renovar las ya existentes

4. FORMACIÓN INICIAL Y PERMANENTE
Luces: - La preocupación por las vocaciones y el trabajo serio en pastoral vocacional son dos aspectos muy positivos de nuestra realidad en América Latina,
- así como las iniciativas para mejorar y asegurar la formación de formadores
- y el hecho de que existan y funcionen programas de Formación inicial prácticamente en todas las circunscripciones.
- Es de destacar igualmente la colaboración en formación entre diversas circunscripciones y a diversos niveles: - Perú (Lima, Trujillo), -Cochabamba, -Brasil, -Barquisimeto,
- y el mayor aprecio por la formación permanente, con programas abiertos a otras circunscripciones
Sombras: - Todo ello no significa que no existan deficiencias a superar en el campo de la FORMACION, entre ellas:
- la falta de una mayor formalidad y seriedad en la formación de formadores,
- la improvisación en los programas formativos,
- el poco conocimiento por parte de los formandos de los documentos de la Iglesia Latinoamericana,
- la falta en varias Circunscripciones de programas de formación permanente
5. ESTUDIOS
Luces: - Ha crecido el esfuerzo por la mejor preparación de los religiosos;
- La presencia creciente de latinoamericanos en el Instituto Patrístico es igualmente un dato importante y notable;
Sombras: - Pero también se detecta a veces una cierta despreocupación por el aspecto intelectual de la formación,
- y un peligroso desequilibrio entre el estudio y la acción pastoral.

6. COMUNIÓN CON LA IGLESIA LOCAL
Luces: - Se manifiesta muy positivamente en el trabajo pastoral,
- y en la participación en la pastoral de conjunto;
- además del enriquecimiento que supone la realización de un tipo de apostolado más comunitario, agustiniano, también con la formación de fraternidades laicales
Sombras: - Pero en ocasiones no se revisan las obras, como ya he indicado,
- y se dan casos de falta de coordinación de la pastoral con la iglesia local o de situaciones conflictivas con algunos obispos.
7. OTRAS PISTAS PARA SEGUIR LA RENOVACIÓN
Señalados ya los puntos concretos que preceden, me parece que otras pistas importantes son las siguientes:
• Continuar el dinamismo de RENOVACIÓN de nuestras comunidades . El Capítulo General 2007 ha recibido y tratará varias sugerencias en el sentido de que se elabore uno o varios programas de renovación de la vida agustiniana. América Latina, pionera en este tema, no puede ahora quedarse atrás ni actuar paralelamente.
• Fomentar en los centros EDUCATIVOS, como ya se ha comenzado a hacer:
- Mayor preocupación por el ideario agustiniano
- Mayor conciencia social.

• Atender especialmente algunas ÁREAS ESPECÍFICAS para que sigan creciendo
- Pastoral Juvenil
- Formación inicial y permanente
- Medios de comunicación social
- Estudios, preparación intelectual de los jóvenes.

• IMPULSAR UNA MAYOR COLABORACIÓN con la CLAR, con otros Institutos y sobre todo con la Familia Agustiniana - especialmente la OALA:
- Definir su identidad y su misión, de acuerdo a los Estatutos
- Potenciar en la práctica sus funciones y actividades

Gracias por su atención, y que el Señor y N. P. San Agustín nos ayuden a seguir caminando unidos, para que nuestros pueblos tengan vida en Aquel que es el camino, la verdad y la vida.