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Ponencias:

Primer día (mañana)

Primer día (tarde)

Segundo día (mañana)

Segundo día (tarde)

Tercer día

CONGRESO AGUSTINIANO DE TEOLOGIA

Buenos Aires, 26 – 28 de Agosto de 2004

Ponencias presentadas


Título: San Agustín, obispo y pastor
Nombre: Mons. Estanislao E. Karlic
País: Argentina
Institución: Arzobispo Emérito de Paraná

Muchas cosas se han dicho de Agustín de Hipona. Su condición de pensador y escritor está estrechamente unida a su condición de obispo y pastor. Fue un hombre noble y sincero, conocedor de sí mismo y de Dios: de sí mismo en Dios y del Dios que habita en el corazón del hombre. Su amplia obra nos previene de una visión limitada a ciertos textos. Lo que en esta ponencia se pretende es una aproximación serena al Agustín obispo y pastor que tanto amó a la Iglesia.


Título: San Agustín, Padre de la Iglesia
Nombre: Vittorino Grossi, OSA
País: Italia
Institución: Doctor en Teología - Instituto Patrístico "Augustinianum" - Roma

Al hablar de la "paternidad de san Agustín" y su magisterio en la Iglesia es necesario tener presente la crisis de la categoría de "paternidad" en el mundo moderno, con connotaciones de dependencia y de pasado que ya no se dan. La "paternidad" connota, sin embargo, la búsqueda de la identidad y de las propias raíces para el camino histórico de la humanidad que, de hija, debe engendrar, esto es, ser "padre". En este aspecto, se habla de "Padres de la Iglesia" y de la "paternidad de san Agustín", oficializada por la Iglesia Católica y la Orden de San Agustín.


Título: San Agustín, Teólogo de la Gracia
Nombre: Rafael de la Torre, OSA
País: Brasil
Institución: Doctor en Teología - Vicario Regional de la OSA en Brasil

Con San Agustín nace una nueva visión del hombre. Por eso es importante acercarnos a la doctrina de la gracia de este Doctor y Padre de la Iglesia, para beber en la fuente de donde continúa manando un rayo inspirador y luminoso de nueva humanidad. Toda la polémica abierta por Agustín en torno a la gracia tiene como fundamento y objetivo la salvación en Cristo. En la primera parte serán presentadas dos concepciones antropológicas (pelagiana y agustiniana) de cara al misterio de la Redención. La gracia, como "ordo amoris", reforma la imagen de Dios en el hombre, restableciendo en su ser y obrar la armonía en el amor a Dios y al prójimo. En la segunda parte estudiaremos el hombre como "imago Dei" a la luz de la gracia en Cristo. El gozo de la gracia mueve todo el dinamismo humano en su ascensión hacia Dios. Es la vida del hombre en el Espíritu y en eso consiste la espiritualidad de la gracia, tercera parte de este artículo. Y, al final, el Concilio Vaticano II nos orienta hacia una visión más amplia sobre la llamada universal a todos los hombres para participar en el misterio pascual de Cristo, nuestra salvación.


Título: Justicia, paz y caridad en san Agustín
Nombre: Robert Dodaro, OSA (su ponencia fue leído por otro ya que no podía asistir)
País: USA
Institución: Doctor en Teología y Ciencias Patrísticas - Presidente del Instituto Patrístico "Augustinianum" - Roma

La acción en favor de la justicia y la participación en la transformación del mundo son dimensiones constitutivas de la predicación del evangelio y son esenciales para la misión de la Iglesia. Justicia y paz no son palabras nuevas en nuestro vocabulario ni son conceptos nuevos en teología. Sin embargo, han asumido un nuevo significado a medida que continuamos buscando el por qué, el qué y el cómo de la Misión y de una Nueva Evangelización. Agustín nos ofrece su aporte en este campo: justicia y paz tienen que ver con la caridad. No en vano "la verdadera justicia consiste en amar a cada cosa según se merece. Más a las más valiosas y menos a las menos" (De vera religione 48, 93).


Título: La unidad de la Biblia y su hermenéutica en san Agustín
Nombre: Mario Mendoza, OSA
País: México
Institución: Licenciado en Teología y Ciencias Patrísticas - Instituto Patrístico "Augustinianum" - Roma

El conocido aforisma In Scripturis discimus Christum, in Scripturis discimus Ecclesiam (ep. 105,4,14; Cf. 5,17) compendia el trabajo exegético de Agustín de Hipona, ya que en ella se presentan los tres parámetros de la hermenéutica agustiniana: Texto revelado, Cristo, Iglesia. Su hermenéutica coloca a Cristo al centro de la inteligencia de las Escrituras (ep. Io. tr. 2,1), donde se encuentran las verdades profundas, los misterios insondables (Conf. XIII 15,18) y la doctrina que nos exhorta a vivir rectamente (en. in Ps. 90, s.2, 1). De la Escritura canónica se extrae el compendio de nuestra fe (s. 212,2), por eso la autoridad de sus libros está afianzada por el consenso de tantos pueblos mediante la sucesión apostólica, episcopal y conciliar (C. Faust. 13,5). Agustín pudo conciliar la técnica exegética (modus vivendi) y la técnica expositiva (modus proferendi), reflexión filosófica en la teoría de los signos y la comprensión teológica de la comunión de la persona humana con Dios, todo en una visión particular que emanaba de su interpretación bíblica.


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