Declaraciones del Papa Juan Pablo II acerca de la Deuda Externa Declaraciones de los Obispos de América Latina acerca de la Deuda Externa Declaración del Consejo General de la Orden Declaración de los Agustinos de América Latina sobre la Deuda Externa
Texto completo de los documentos del Papa Juan Pablo II
que se refiere a la Deuda Externa: Texto Completo de los Documentos
del Episcopado Latinoaméricano: |
Deuda externa de
América Latina es inmoral, ilegítima e impagable Ilegítima, impagable e inmoral es la actual deuda externa latinoamericana de 706 mil
millones de dólares, de los cuales la región ya pagó 739 mil millones en los catorce
años recientes. Representantes de unos 26 países reiteraron ayer a la comunidad
financiera internacional la demanda de eliminación de la deuda externa, para que en el
año 2000 el pago de ésta ya no figure en los presupuestos nacionales ni en las deudas
sujetas a cobro. Lo anterior forma parte de la Declaración Latinoamericana Jubileo La deuda externa del tercer milenio, dice la propuesta latinoamericana y caribeña, excluye del desarrollo económico y social a dos terceras partes de la población mundial. A mediados de los setenta la deuda latinoamericana era de 60 mil millones dólares y para este año se calcula en 706 mil millones que requerirían de unos 123 mil millones para el pago de su servicio. De 1982 a 1996 sólo por servicio de deuda externa América Latina pagó 739 mil millones de dólares, una cifra superior a la deuda total acumulada. Matemáticamente no hay fórmula posible para pagarla. Dos décadas completas de
refinanciamientos imposibles de cumplirse El pago de la deuda afecta los programas sociales y los salarios, generando desempleo y afectando gravemente el funcionamiento de la economía. En la declaración se establece que la deuda es justificación para seguir aplicando políticas neoliberales que constituyen un sostenido mecanismo de dependencia mediante ajustes estructurales. Las operaciones de "salvamento" efectuadas por los acreedores han resultado insuficientes, ineficientes y lentas. Además, la legislación internacional y nacional sobre la deuda en gran parte no cumple la función de garantizar la convivencia pacífica. Más bien pone en peligro la paz social. La usura y el cobro de intereses sobre intereses deben prohibirse al igual que las prácticas monopólicas, la corrupción casi legalizada, la fuga de capital y los paraísos fiscales. Los participantes en el encuentro pidieron la condonación de la deuda externa para los países de ingresos bajos y medios, alta y medianamente endeudados. Además, realizar una auditoría del proceso de endeudamiento de cada país con participación de la sociedad civil que garantice transparencia y la información para los ciudadanos. Asegurar que los recursos liberados de la deuda sean usados en planes y programas de desarrollo humano. Transformar el actual sistema económico y financiero mundial para que se base en relaciones internacionales de justicia, equidad y solidaridad entre los países y pueblos. |