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Justicia y Paz: Boletín de la Comisión Internacional de Justicia y Paz

Los Agustinos a la ONU

Comisión Internacional de Justicia y Paz

50 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Capítulo I Introducción del Documento

Capítulo IIEl Programa: Cultura de la Paz de UNESCO

Conclusión

Elementos para un Borrador de una declaración de la ONU sobre Una Cultura de Paz

Elementos para un Borrador del Program de Acción en una Cultura de Paz

Acciones para Promover una Cultura de Paz

Comentarios o Preguntas

Harán arados de sus espadas

Harán arados de sus espadas
y sacarán hoces de sus lanzas
Una nación no levantará la espada contra otra,
y no se adiestrarán para la guerra. Pueblo mío ven: caminemos a la Luz de Yavé

Hacia una Cultura Global de Paz


Elementos para un Borrador Provisional del Programa de Acción en una Cultura de Paz de las Naciones Unidas


64. La transformación de una cultura de guerra y violencia a una cultura de paz y no violencia es un proceso que ya está en proceso en iniciativas a muchos niveles al entrar al siglo XXI. La guerra y su cultura se ve cada vez más como obsoleta conforme la gente se va dando cuenta que el poder basado en el respeto de los derechos humanos, participación, consenso, y un cambio social no violento es más efectivo que el poder basado en la fuerza y la violencia. Recientes iniciativas del Sistema de las Naciones Unidas, incluyendo sus varias conferencias mundiales, ya han presentado planes de acción que fijan las metas de una cultura de paz, por ejemplo, derechos humanos en la Conferencia de Viena; desarrollo humano sostenible en las Conferencias de Copenhague y Río, e igualdad de género en la Conferencia de Pekín. El propósito del presente plan de acción es el de construir y desarrollar sobre estas una estrategia coherente para promover una cultura de paz.

65. Respondiendo a la proliferación de violentos conflictos de diversa naturaleza en varias partes del mundo, las acciones para una cultura de paz se dirigen a las raíces de la violencia para prevenir que ocurran. En lugar de intervención después que la violencia ha surgido seguido de embarcarse en la construcción de la paz después del conflicto, la prevención de conflictos violentos es más humano y más eficiente. A nivel del individuo, este enfoque se dirige a los valores, actitudes y comportamientos. A nivel del estado, se pone énfasis en un buen gobierno basado en la justicia, participación democrática y la amplia inclusión de la gente en el proceso de desarrollo.

66. Los siguientes párrafos se proponen como primeros pasos en un diálogo en el que se espera que los Miembros de los estados provean adiciones y enmiendas que permita a las Naciones Unidas estimular y apoyar sus propios esfuerzos en reemplazar la cultura de guerra por una cultura de paz.

A. Objetivos

67. Un programa para transformar la cultura de guerra en una cultura de paz requiere cambiar los valores, actitudes y comportamientos de los individuos e instituciones de los que han sido formados y han apoyado la guerra y la violencia por valores, actitudes y comportamientos que promueven cambio social sin violencia y la justicia.

68. Cambiar el concepto y la práctica del poder derivado de la violencia y la fuerza a no violencia y respeto de los derechos humanos está en el corazón de la transformación en una cultura de paz. Necesita haber un esfuerzo global de educación y entrenamiento, liderado por las Naciones Unidas, que da poder a las personas en todos los niveles con las habilidades para hacer la paz del diálogo, respeto por los derechos humanos, mediación, transformación de conflictos, conseguir el consenso y cooperación. Esta campaña estaría basada en los principios universales de los derechos humanos, principios democráticos y justicia social, y a la vez, construidos sobre las tradiciones y experiencias de cada sociedad en hacer la paz.

69. Para poder forjar un lazo irrompible entre la paz y la justicia, sin el que ninguna paz puede ser duradera, las estructuras autoritarias y la explotación d lea cultura de guerra deben ser reemplazadas por una democrática participación y desarrollo humano sostenible para todos. Conforme lo declara la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social (Copenhague, 1995), el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la adquisición y mantenimiento de la paz y seguridad dentro y entre nuestras naciones. A su vez, desarrollo social y justicia social no se pueden obtener con la ausencia de la paz y seguridad o en la ausencia del respeto por todos los derechos humanos y libertades fundamentales. En vez del equating development with overall national economic performance, es esencial medirlo en términos humanos. La gente necesita recibir poder, ser ayudada a participar plenamente en la fijación de goles, en el diseño de programas de desarrollo, en actividades de implementación y evaluación para que estos programas produzcan beneficios para todos.

70. Tal como fue aceptado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer (Pekín 1995), hay una unión indisoluble de la paz con la igualdad entre el hombre y la mujer. Sólo la unión de igualdad, desarrollo y paz pueden reemplazar la histórica unión de guerra y desigualdad entre el hombre y la mujer que siempre ha caracterizado a la cultura de guerra. Como se dijo en la Conferencia, es importante promover el poder político y económico de la mujer y una adecuada representación en todo nivel de toma de decisiones como una vital contribución para adoptar una cultura de paz.

71. Libertad de opinión, expresión e información, reconocidos como un aspecto integral de los derechos humanos y libertades fundamentales, es un factor vital en el reforzamiento de la paz y entendimiento universal. Es necesaria para reemplazar el secreto y manipulación de la información que caracteriza a la cultura de guerra. En este aspecto, los medios de comunicación pueden ser un socio poderoso en la construcción de una cultura de paz. Sus avances tecnológicos y crecimiento han hecho posible que cada persona tome parte en la hechura d lea historia, permitiendo, por primera vez, un real movimiento global para una cultura de paz. Al mismo tiempo, sin embargo, los medios de comunicación para crear y diseminar imágenes enemigas, violencia y aún genocidio contra otros grupos étnicos y nacionales, y de glorificar la violencia de varias maneras. También lo secreto va en aumento, justificándolo como "seguridad nacional" y "competitividad económica", cuando se necesita más transparencia en el gobierno y en la toma de decisiones económicas. Por lo tanto, se deben tomar acciones en apoyo de esta meta para que haga realidad el positivo potencial de los medios de comunicación para dar información esencial y promover, vía comunicación participatoria, los valores, actitudes y comportamientos de una cultura de paz.

72. Nunca ha habido una guerra sin un "enemigo", y para abolir la guerra, debemos reemplazar la imagen del enemigo con comprensión, tolerancia y solidaridad entre los pueblos y culturas. Sólo celebrando la alfombra nuestra diversidad, los hilos comunes de la aspiración humana y solidaridad social que nos unen, y asegurando la justicia y seguridad para todos los que forman parte de la trama, puede realmente afirmarse que estamos tejiendo una cultura de paz. Por lo tanto, es necesario un renovado compromiso con las acciones propuestas por la Declaración de Principios sobre Tolerancia (Paría 1995) y otras acciones que promueven "la solidaridad intelectual y moral" que, como declara la Constitución de la UNESCO, es la única base segura para la paz.

B. Estrategia

73. Al colocar el reto de promover una cultura de paz como el centro de la agenda de las Naciones Unidas, es posible adoptar una atmósfera de verdadera igualdad y unidad entre los Estados Miembros. Cada nación, grande o pequeña, tiene mucho que contribuir, siendo ricas en tradiciones y métodos que contribuyan a una cultura de paz tal como la solución no violenta de conflictos, participación democrática, compartir conocimientos y recursos, entendimiento intercultural y solidaridad. Al mismo tiempo, cada nación tiene problemas que solucionar para poder reemplazar las creencias, actitudes y práctica de la cultura de guerra y violencia con las de una cultura de paz. Cada nación se beneficiará de la instalación de una cultura de paz dentro de sus límites y en otras naciones con las que se relaciona.

74. Nuevas y significativas alianzas pueden desarrollarse entra las Naciones Unidas y los otros miles de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales e individuos cuyos esfuerzos contribuyen a una cultura de paz. Al ayudar a unirlos diferentes esfuerzos juntos, las Naciones Unidas pueden promover un movimiento global, que saca fuerzas de los muchos ejemplos de cambio social no violento que se han vuelto más frecuentes durante el siglo XX. Enfasis particular puede ser puesto en el comprometer a las mujeres y jóvenes, reflejando la Plataforma de Acción de Pekín y el Programa de Acción Mundial para la Juventud para el Año 2000 y Después.

75. La "second literacy" de una cultura de paz -"aprender a vivir juntos"- necesita ser construida en la base ya puesta por la "first literacy" de la educación básica. Por lo tanto, la implementación de la enseñanza universal en el sentido de Educación para Todos como lo define la Declaración Mundial de Jomtien, es una base necesaria y reto complementario al de una cultura de paz, y las acciones para cada una necesitan ser coordinadas y ........... De especial importancia en este aspecto es la implementación de una campaña internacional que promueva el derecho de la mujer y las niñas a la educación.

76. Las acciones para promover una cultura de paz son complementarias a todas las otras acciones por la paz del sistema de las Naciones Unidas, incluyendo la diplomacia de paz, búsqueda de la paz, desarme y conversión económica y por lo tanto deberían ser coordinadas para que sean mutuamente reforzantes. Es necesario transformar las economías de guerra en economías de paz. No podemos pagar a la vez el precio de la guerra y el precio de la paz.

77. Como la cultura de paz es un concepto y práctica nueva y en desarrollo, es importante que las Naciones Unidas animen a la preparación y diseminación de materiales educativos. Estos materiales deben estar diseñados para llegar a todas las personas a través de la educación formal en todos los niveles y a través de educación informal y no formal usando una gran variedad de tecnologías de medios de comunicación e idiomas.

78. El entrenamiento es la clave, para poder desarrollar líderes que dediquen su vida a este proceso, los que pueden ser llamados "promotores de paz." El promotor de paz internaliza e institucionaliza los valores, actitudes, conocimientos, y comportamientos de la cultura de paz y juega un papel análogo al del promotor de educación -ayudando a las personas a aprender las habilidades de mediación y transformación de conflictos. Como esto se necesita en todas las instituciones, gente de todos los caminos de la vida pueden convertirse en promotores de paz, por ejemplo, en educación (profesores, periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación), desarrollo (desarrollo comunal, trabajadores sociales y de salud), justicia (ombudsmen de derechos humanos, observadores de elecciones), cultura (artistas, voluntarios de herencia cultural, animadores de comunidades), o trabajo con jóvenes (animadores de jóvenes, los jóvenes mismos). Los promotores de paz atraviesan un proceso de aprendizaje para añadir los métodos y principios de una cultura de paz al entrenamiento y experiencia que ya han acumulado en su área de trabajo, y llevan estas habilidades a la gente con la que trabajan, transformando el conflicto en cooperación. El entrenamiento y unión de la red de promotores de paz es una de las más efectivas maneras de apoyar y desarrollar un movimiento global para una futura cultura de paz.

79. Una investigación y evaluación objetiva de las prácticas y políticas usadas para promover una cultura de paz son necesarias para poder desarrollar y contribuir al creciente conocimiento de las necesarias condiciones para su éxito. En general, el método científico debe estar unido a la cultura de la paz con tanto compromiso y recursos como fue atado a la cultura de guerra.